Por: Liz Guyot
Finalizada la Primera Guerra Mundial, Japón aún con sus excesivos deseos de dominar el territorio asiático, provoca el Incidente del Puente de Marco Polo, teniendo como primer objetivo apoderarse de China. Desde, aproximadamente, 1931, los japoneses venían estropeando al Imperio Chino, ya que lo consideraban una nación débil y clave para el control de la masa continental asiática, y es por ello que sabotearon parte del Ferrocarril de Manchuria del Sur y condujeron una emboscada contra sus ejércitos.
Japón, en septiembre de 1931, había conseguido imponer un régimen títere conocido como Manchukuo a sabiendas de que China no se encontraba en favorable posición de responder a tal agresión, por lo que optó por cambiar su estrategia a espacio por tiempo y reorganizar el ejército nacional, consolidando su infraestructura y economía. Esta situación de poderío permite que los japoneses, al tener en su poder tierras ricas y fértiles, incursionen sobre el territorio y avancen rápidamente hasta las puertas de Beiping (hoy conocido como Beijing). Para comienzos de 1932, habían logrado ocupar tres provincias chinas de Manchuria; esta zona era estimada por su vital ubicación estratégica y económica.
En la noche del 7 de julio de 1937, los japoneses prepararon otro avance más hacia el territorio chino, efectuando al atardecer de ese día una maniobra con proyectiles, mostrando una explícita intención provocativa, cerca del acantonamiento de las tropas chinas en el Puente de Marco Polo, las cuales se vieron obligadas a defenderse. A horas de las noches el Ejército japonés anuncia que uno de sus soldados “ha desaparecido” en la maniobra y exigió un registro en la ciudad de Wanping, solicitud que fue rechazada por la policía local; de tal denegación el jefe de inteligencia japonesa amenazó que las tropas sitiarían la ciudad y entrarían a la fuerza.
Las autoridades chinas se pusieron de acuerdo en realizar una investigación conjunta. En tanto y en cuanto se llevaban a cabo las negociaciones, la parte nipona se enteró que aquel soldado desaparecido había vuelto a su cuartel, pero aún así insistió en que las tropas chinas se retirasen de la ciudad.
A la madrugada del día 8 de julio, el ejército invasor disparó cañonazos contra la ciudad de Wanping y el ejército chino tuvo que oponer resistencia. Este hecho fue el estallido total que marcó la guerra de resistencia anti japonesa del pueblo chino. No se trató de una confrontación local ni de un percance, sino un plan bien diseñado y preparado. Este evento trágico no sólo trajo consecuencias desastrosas para China sino que también para Asia y el mundo entero.
viernes, 7 de julio de 2017
miércoles, 5 de julio de 2017
A 210 años de la Segunda Invasión Inglesa de 1807
Por: María Sofía Zelaya
El llamado proceso de descubrimiento y posterior conquista del actual territorio de la República Argentina comenzó en el siglo XVI. Desde entonces fuimos gobernados por hombres designados por los altos mandos españoles que residían en América y que contaban con la aprobación de la Corona Española, dicha institución había bautizado esta región como el Virreinato del Rio de la Plata. Este proceso estuvo caracterizado sobre todo por la resistencia de los pueblos originarios a ser despojados de sus costumbres y ser obligados a evangelizarse. El mayor interés de España era la comercialización en términos de subordinación con sus colonias, y el territorio argentino no fue la excepción.
A comienzos del siglo XIX el Reino Unido se encontraba en plena Revolución Industrial, lo que la convertía en la economía más productiva de toda Europa, posicionándose en el mercado como exportadora de productos manufacturados. Paralelamente, Napoleón Bonaparte comenzó un proceso de expansión para transformar a Francia en un Imperio. Dentro de los hitos más importantes encontramos que: en 1786 se firma el Tratado de Versalles que puso fin a la dependencia norteamericana respecto a los ingleses, dicho proceso fue fielmente apoyado por Francia y España. Para 1806 Napoleón ya había conquistado gran parte del territorio europeo y formo alianzas con otros tantos. Para garantizar la absoluta fidelidad con el Imperio Francés, Bonaparte da aviso del Decreto de Berlín. En dicho documento, Napoleón prohibía a los países conquistados y a sus aliados establecer relaciones económicas con el Reino Unido, territorio que todavía no podía penetrar. Frente a esta disposición, los ingleses se vieron obligados a tomar medidas para salvaguardar su economía, es por esto que el parlamento junto con el primer ministro y el rey decidieron que sus puntos de contacto iban a ser: las colonias. Los motivos que impulsaron a Inglaterra a invadir el Virreinato del Rio de la Plata ya estaban claros: el bloqueo económico sufrido por Bonaparte y las intromisiones de Francia y España en Norteamérica apoyando su independencia. El fin era despojar a España de sus colonias en el sur de América, región rica en recursos y riquezas. A fines del siglo XVIII William Pitt asume como Primer Ministro del partido de los Toris. Pitt estaba especialmente interesado en la ocupación de las colonias en América del sur.
Es así como llegamos a definir las invasiones inglesas como una serie de expediciones militares por parte de la corona británica que atacaron el virreinato del Rio de la Plata a principios del siglo XIX. Dichas invasiones fueron dos. La primera en 1806, en la cual el Reino Unido ocupo el territorio actual de la ciudad de Buenos Aires para ser vencido 45 días después por milicias provenientes de Montevideo junto con tropas populares criollas, proceso al que en Argentina conocemos como: La Reconquista. La segunda fue en 1807, en donde las milicias inglesas fueron automáticamente rechazadas cuando intentaron tomar Buenos Aires, victoria que vino de la mano de tropas regulares y milicias urbanas por el Virreinato del Rio de la Plata, proceso que en Argentina conocemos como: la Defensa.
Los británicos llegaron a el actual territorio de la provincia de Buenos Aires buscando recursos y riquezas que ayudaran a cubrir su falta de materia prima y así poder sustentar las necesidades básicas que le generaban su rápido crecimiento industrial y la guerra que mantenía con Francia, creyendo que los habitantes del Rio de la Plata iban a ser fáciles de vencer. Pero se encontraron con otro panorama, los criollos a falta de la protección de la Corona Española armaron sus propias milicias y derrotaron a las tropas inglesas en vía de sus ansias de independencia. Las Invasiones Inglesas fueron tomadas como un motivo más para tomar la decisión de emanciparnos de la corona española.
El llamado proceso de descubrimiento y posterior conquista del actual territorio de la República Argentina comenzó en el siglo XVI. Desde entonces fuimos gobernados por hombres designados por los altos mandos españoles que residían en América y que contaban con la aprobación de la Corona Española, dicha institución había bautizado esta región como el Virreinato del Rio de la Plata. Este proceso estuvo caracterizado sobre todo por la resistencia de los pueblos originarios a ser despojados de sus costumbres y ser obligados a evangelizarse. El mayor interés de España era la comercialización en términos de subordinación con sus colonias, y el territorio argentino no fue la excepción.
A comienzos del siglo XIX el Reino Unido se encontraba en plena Revolución Industrial, lo que la convertía en la economía más productiva de toda Europa, posicionándose en el mercado como exportadora de productos manufacturados. Paralelamente, Napoleón Bonaparte comenzó un proceso de expansión para transformar a Francia en un Imperio. Dentro de los hitos más importantes encontramos que: en 1786 se firma el Tratado de Versalles que puso fin a la dependencia norteamericana respecto a los ingleses, dicho proceso fue fielmente apoyado por Francia y España. Para 1806 Napoleón ya había conquistado gran parte del territorio europeo y formo alianzas con otros tantos. Para garantizar la absoluta fidelidad con el Imperio Francés, Bonaparte da aviso del Decreto de Berlín. En dicho documento, Napoleón prohibía a los países conquistados y a sus aliados establecer relaciones económicas con el Reino Unido, territorio que todavía no podía penetrar. Frente a esta disposición, los ingleses se vieron obligados a tomar medidas para salvaguardar su economía, es por esto que el parlamento junto con el primer ministro y el rey decidieron que sus puntos de contacto iban a ser: las colonias. Los motivos que impulsaron a Inglaterra a invadir el Virreinato del Rio de la Plata ya estaban claros: el bloqueo económico sufrido por Bonaparte y las intromisiones de Francia y España en Norteamérica apoyando su independencia. El fin era despojar a España de sus colonias en el sur de América, región rica en recursos y riquezas. A fines del siglo XVIII William Pitt asume como Primer Ministro del partido de los Toris. Pitt estaba especialmente interesado en la ocupación de las colonias en América del sur.
Es así como llegamos a definir las invasiones inglesas como una serie de expediciones militares por parte de la corona británica que atacaron el virreinato del Rio de la Plata a principios del siglo XIX. Dichas invasiones fueron dos. La primera en 1806, en la cual el Reino Unido ocupo el territorio actual de la ciudad de Buenos Aires para ser vencido 45 días después por milicias provenientes de Montevideo junto con tropas populares criollas, proceso al que en Argentina conocemos como: La Reconquista. La segunda fue en 1807, en donde las milicias inglesas fueron automáticamente rechazadas cuando intentaron tomar Buenos Aires, victoria que vino de la mano de tropas regulares y milicias urbanas por el Virreinato del Rio de la Plata, proceso que en Argentina conocemos como: la Defensa.
Los británicos llegaron a el actual territorio de la provincia de Buenos Aires buscando recursos y riquezas que ayudaran a cubrir su falta de materia prima y así poder sustentar las necesidades básicas que le generaban su rápido crecimiento industrial y la guerra que mantenía con Francia, creyendo que los habitantes del Rio de la Plata iban a ser fáciles de vencer. Pero se encontraron con otro panorama, los criollos a falta de la protección de la Corona Española armaron sus propias milicias y derrotaron a las tropas inglesas en vía de sus ansias de independencia. Las Invasiones Inglesas fueron tomadas como un motivo más para tomar la decisión de emanciparnos de la corona española.
sábado, 1 de julio de 2017
El retorno de Hong Kong a China por parte del Reino Unido
Por: Paula María Espinosa
El 1 de julio de 1997, se produjo la devolución de la Isla de Hong Kong a China, colonizada 155 años por el Reino Unido. El traspaso de la soberanía fue acordado en 1984 por la primera ministra británica, Margaret Thatcher y Deng Xiao-Ping, líder de la República Popular China.
Hong Kong fue adquirido por el Reino Unido en 1842 a través del Tratado de Nankín, y ratificado en 1860 por el Tratado de Pekín, donde se aumentó la superficie por la incorporación de nuevos territorios, y por el Convenio para la extensión de Hong Kong en 1898.
La Guerra del opio, o guerras anglo-chinas, fueron el origen de la colonización. Sucedieron de 1839 a 1842 y de 1856 a 1860. El conflicto sucedió debido a los intereses comerciales de China y del Reino Unido donde se comerciaba opio desde las Indias Británicas hacia China, y este último quería imponer sus leyes, que no lo afectaran económicamente, contra el comercio del opio, esto es lo que desató el conflicto. En la segunda etapa de la guerra, Francia se alió a Gran Bretaña para luchar contra China. La derrota de esta los llevó a aceptar obligadamente el comercio del opio y las reglas impuestas por parte de los países occidentales. China tuvo que abrir sus puertos al comercio internacional desde una posición desventajosa ya que debían cobrar aranceles muy bajos a los productos occidentales por lo tanto llevaba a la ruina de la producción local y debido a esto los extranjeros tenían una posición privilegiada en el país.
Finalizadas las Guerras del Opio, China firmó con el Reino Unido, Francia, Rusia y Estados Unidos, los Tratados Desiguales. Desde su firma hasta 1870, fue la fase de dominación del imperialismo de libre comercio británico. Desde 1870 a 1905 se dio una profunda rivalidad imperialista, debido a la paz armada y esto condujo al empeoramiento de las condiciones de vida local. Desde 1905 hasta 1943 fue la etapa más prospera donde se desmantelaron las condiciones de dominación.
En 1912 con la conformación de la primera República China, con Yuan Shikai a la cabeza, la isla de Hong Kong fue un lugar de exilio. Durante la Segunda Guerra Mundial, Hong Kong pasó a manos de Japón, y fue un centro militar. Pero con la derrota de estos, los ingleses la recuperaron de nuevo. Además durante la guerra civil entre nacionalistas y comunistas fue utilizada como región de exilio nuevamente.
La devolución significaba para China terminar la unificación y consolidar el orgullo nacional, era la isla financiera más importante. La incertidumbre se debía a un solo país con dos sistemas, comunismo y capitalismo, descrito por Den. Pero durante 50 años desde el traspaso de la soberanía, se prometió un alto grado de autonomismo y el estilo de vida capitalista. Además de esto mantiene su propio sistema legal, pero a partir de 2047, Pekín será quien tendrá la última palabra en la cuestión.
El 1 de julio de 1997, se produjo la devolución de la Isla de Hong Kong a China, colonizada 155 años por el Reino Unido. El traspaso de la soberanía fue acordado en 1984 por la primera ministra británica, Margaret Thatcher y Deng Xiao-Ping, líder de la República Popular China.
Hong Kong fue adquirido por el Reino Unido en 1842 a través del Tratado de Nankín, y ratificado en 1860 por el Tratado de Pekín, donde se aumentó la superficie por la incorporación de nuevos territorios, y por el Convenio para la extensión de Hong Kong en 1898.
La Guerra del opio, o guerras anglo-chinas, fueron el origen de la colonización. Sucedieron de 1839 a 1842 y de 1856 a 1860. El conflicto sucedió debido a los intereses comerciales de China y del Reino Unido donde se comerciaba opio desde las Indias Británicas hacia China, y este último quería imponer sus leyes, que no lo afectaran económicamente, contra el comercio del opio, esto es lo que desató el conflicto. En la segunda etapa de la guerra, Francia se alió a Gran Bretaña para luchar contra China. La derrota de esta los llevó a aceptar obligadamente el comercio del opio y las reglas impuestas por parte de los países occidentales. China tuvo que abrir sus puertos al comercio internacional desde una posición desventajosa ya que debían cobrar aranceles muy bajos a los productos occidentales por lo tanto llevaba a la ruina de la producción local y debido a esto los extranjeros tenían una posición privilegiada en el país.
Finalizadas las Guerras del Opio, China firmó con el Reino Unido, Francia, Rusia y Estados Unidos, los Tratados Desiguales. Desde su firma hasta 1870, fue la fase de dominación del imperialismo de libre comercio británico. Desde 1870 a 1905 se dio una profunda rivalidad imperialista, debido a la paz armada y esto condujo al empeoramiento de las condiciones de vida local. Desde 1905 hasta 1943 fue la etapa más prospera donde se desmantelaron las condiciones de dominación.
En 1912 con la conformación de la primera República China, con Yuan Shikai a la cabeza, la isla de Hong Kong fue un lugar de exilio. Durante la Segunda Guerra Mundial, Hong Kong pasó a manos de Japón, y fue un centro militar. Pero con la derrota de estos, los ingleses la recuperaron de nuevo. Además durante la guerra civil entre nacionalistas y comunistas fue utilizada como región de exilio nuevamente.
La devolución significaba para China terminar la unificación y consolidar el orgullo nacional, era la isla financiera más importante. La incertidumbre se debía a un solo país con dos sistemas, comunismo y capitalismo, descrito por Den. Pero durante 50 años desde el traspaso de la soberanía, se prometió un alto grado de autonomismo y el estilo de vida capitalista. Además de esto mantiene su propio sistema legal, pero a partir de 2047, Pekín será quien tendrá la última palabra en la cuestión.
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