Por Paula Maria Espinosa
En 1912 se sancionaba la Ley Sáenz Peña, la cual promulgaba el sufragio secreto,
obligatorio y universal. Pero los únicos que participaban legalmente eran los hombres,
excluyéndose a las mujeres. De esta manera, el concepto de universalidad no se
aplicaba.
El 23 de septiembre de 1947, con la promulgación del sufragio femenino, las mujeres
argentinas conquistaban uno de los más grandes derechos. Argentina era el segundo país
en otorgar el sufragio femenino en América Latina, siendo Uruguay el pionero. La
obtención del derecho al sufragio se obtuvo por una larga lucha de mujeres socialistas y
feministas, como Alicia Moreau de Justo, Elvira Rawson Guiñazú de Dellepiane,
Cecilia Grierson Duffy y Julieta Lanteri, quien se convirtió en la primera mujer
sudamericana en emitir su voto en 1911, y en 1919 se declaraba candidata a Diputada
Nacional por la Unión Feminista Nacional.
La obtención de este derecho hace que se destaque notablemente, el papel de estas
mujeres. Alicia Moreau de Justo fue una figura muy importante del movimiento feminista,
se recibió de médica, fundó el Centro Socialista Feminista y la Unión Gremial Femenina.
Se adhirió al Partido Socialista y elaboró en 1932, un proyecto de ley para el sufragio
femenino. Elvira Rawson fue feminista y la segunda mujer en recibirse de médica.
Pertenecía a la Unión Cívica Radical, en 1919 fundó la Asociación Pro Derechos de la
Mujer junto a Alfonsina Storni. Cecilia Grierson fue la primera mujer en obtener un título
habilitante como cirujana, nunca abandonó su tarea docente. Se dedicó intensamente a
luchar por la igualdad de derechos y estudió el Código Civil para otorgarles derechos a las
mujeres casadas. Por ultimo Julieta Lanteri destacada figura política y feminista, fundó el
Partido Feminista Nacional que bregó siempre por los derechos de mujeres y niños.
La lucha de estas mujeres no solo se remitía al reclamo del sufragio femenino, sino
también a derechos laborales y el derecho al divorcio. La equiparación de derechos entre
varones y mujeres resultaba urgente. La mujer argentina recién alcanzó la igualdad legal
en 1926, con el Código Civil, que antes la declaraba incapaz, sintiéndose vulnerada frente
al hombre. La lucha por el sufragio femenino existía a nivel mundial, siendo el primero en
aplicarlo Nueva Zelanda en 1893 y el último Kuwait en el 2005.
Hacia 1947 la influencia de Eva Duarte de Perón en el Partido Laborista fue decisiva.
Fundó la Secretaria Femenina del Partido. De esta manera, el 9 de septiembre de ese
año se sancionó la ley 13.010, que permitía a las mujeres del territorio argentino a
participar activamente de la política. Hacia 1951 se realizaron las elecciones donde el
sufragio ya era universal y veinticuatro bancas de diputados fueron ocupadas por mujeres
y nueve de senadoras.
La lucha por este derecho fue incansable de parte de estas mujeres que tenían una voz,
un voto, una opinión; que querían expresarse y participar activamente de la democracia. A
pesar de nunca haber dejado de luchar, muchas de ellas no pudieron vivir esta gran
conquista, como Julieta Lanteri y Cecilia Grierson. Las consecuencias de exigir este
derecho básico, significó para muchas, la cárcel, los golpes, la represión y hasta los
asesinatos. Este logro fue el comienzo de una larga lucha que se extiende hasta el siglo
XXI, donde todavía muchos derechos de las mujeres siguen vulnerados.
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