miércoles, 29 de noviembre de 2017

A 70 años. 29 de noviembre de 1947. Plan de las Naciones Unidas para la partición de Palestina


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Por Maria Emilia Hassan



Luego de la desintegración del Imperio Otomano durante Primera Guerra Mundial, el Reino Unido recibió el Mandato de la liga de Naciones Unidas para administrar territorio palestino.
La región de Palestina, que se extiende desde el Rio Jordán hasta el Mar Mediterráneo, estaba ocupada en su mayoría por comunidades árabes y musulmanas. Sin embargo, en 1917 por medio de la Declaración Balfour, el mandato británico favoreció la inmigración judía a esa región. A fines del siglo XIX, residían allí 25.000 habitantes y para 1939, la población judía ascendía a 450.000 personas.
Otra cuestión a tener en cuenta en este tema es que, durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña había prometido a los árabes concederle su independencia, a cambio de que estos mitigaran las fuerzas del imperio otomano.
Tras el holocausto nazi contra millones de judíos en Europa antes y durante de la Segunda Guerra Mundial, creció la presión internacional para el reconocimiento de un Estado Judío. Esta demanda se veía reforzada por la necesidad de acoger a miles de judíos que habían perdido sus viviendas y posesiones durante el conflicto.
En 1945, distintos movimientos sionistas, le solicitaron a Gran Bretaña que hablara en defensa de sus necesidades ante la Asamblea General de la ONU. Ante la demora y la actitud dubitativa por parte de Reino Unido, algunos sectores judíos se radicalizaron, creando dos grupos terroristas: el Irgun y la Banda de Stern. Estos grupos desplegaron una serie de atentados contra Gran Bretaña, provocando la muerte del representante británico del mandato de Palestina.
Al no poder resolver los antagonismos que se desarrollaban entre el nacionalismo Árabe y el Sionismo, el Reino Unido abandonó la región y sometió la cuestión de Palestina a la naciente Organización de Naciones Unidas. De esta manera, a través de Asamblea General, se creó una comisión especial para Palestina (UNSCOP), compuesta por 11 miembros. Para garantizar la neutralidad de este comité se decidió que ninguna de las grandes potencias estuviera representada. Como resultado, el 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General aprobó la resolución 181, conocida como el plan de partición de Palestina. En ella se recomendaba, la creación de dos Estados, uno arabe y otro judío, con Jerusalén bajo administración internacional.
El plan fue aceptado por los israelíes pero no por los palestinos ni por los Estados árabes vecinos, quienes alegaban que contravenía la disposición de la carta de las Naciones unidas, en la cual se reconocía el derecho de los pueblos a decidir sobre su propio destino.

Finalmente, el 14 de mayo de 1948, el Reino Unido renunció a su mandato sobre Palestina y retiró sus fuerzas. Ese mismo día, el líder del movimiento judío, David Ben Gurión, declaró la creación del Estado de Israel en conformidad con las fronteras marcadas por el Plan de Partición.

domingo, 12 de noviembre de 2017

A 35 años. 12 de noviembre de 1982. Elección de Yuri Andropov como Secretario General del PCUS


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Por Jessica E. Petrino



El 12 de noviembre de 1982, dos días después de la muerte de su predecesor, Leónidas Brezhnev, Yuri Andropov fue nombrado Jefe Supremo del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Con 68 años de edad, Andropov asumió el liderazgo del bloque soviético tras 18 años del gobierno de Brezhnev, que marcó a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) por la invasión a Afganistán y el choque político-ideológico con Estados Unidos.
Antes de su llegada a la máxima magistratura de su país, Andoprov fue embajador de Hungría en 1957 durante la ocupación soviética; más adelante, formó parte de la Secretaría del Comité Central entre 1962 y 1967. Posteriormente, se mantuvo al frente de la presidencia de la KGB por más de 15 años. En 1973, accedió con plenos derechos al Politburó, la máxima instancia de poder en la URSS. En mayo de 1982, comenzó a desempeñar tareas dentro del PCUS, que lo ayudaron a posicionarse como sucesor del liderazgo soviético.
En su discurso de asunción, Andropov se mantuvo dentro de la línea de pensamiento de su antecesor y lanzó una crítica abierta hacia la política de Ronald Reagan, que había atacado frontalmente al Kremlin. “Sabemos bien que es inútil implorar la paz a los imperialistas. La paz sólo puede ser salvaguardada apoyándose sobre la potencia indestructible de las Fuerzas Armadas soviéticas”, afirmó históricamente en su discurso de asunción.
Su breve gobierno dio continuidad a las políticas de su predecesor, específicamente en la política exterior y en su relación con Estados Unidos. Sin embargo, debido a una enfermedad renal que lo aquejaba desde años atrás, se alejó del gobierno unos meses antes de morir el 9 de febrero de 1984.
Tras quince meses como Secretario General, Andropov falleció sin alcanzar un sello propio en la gestión de la Unión Soviética. Fue sucedido por Konstantin Chernenko. Sin embargo, en 2015, Mijaíl Gorbachov confesó: “Antes de morir, Andrópov dejó un informe escrito en el que me proponía a mí para encabezar el Politburó. Pero Chernenko y sus colaboradores se escandalizaron y cortaron esa parte con una tijera”.

¿Cuál habría sido el destino de la URSS si la Perestroika hubiera existido unos años antes? “Tendríamos otro país”, sentenció Gorbachov con vehemencia. El mundo de la Guerra Fría, y el futuro de muchas generaciones, no habría sido el mismo.