Antes de analizar este
hecho histórico, es imprescindible remitirnos primero, al contexto de la época,
pues, en ese momento, en la actual República Popular China, se iniciaba el
proceso de su gestación como Estado. Efectivamente, y a partir de la gran
revolución de 1912, el país transformó su régimen de gobierno y, más adelante, moldeó
sustancialmente su carácter político, social y económico.
Kuomitang significa
"Partido Nacionalista de la población China" y fue fundado en 1912, por
el ímpetu del líder revolucionario Sun Yat-sen, que logró derrocar al antiguo y
obsoleto imperio, gobernado por la dinastía Quing. De hecho, la Revolución de
1912 en Wuchang, intentó imponer la modernización para el Estado chino en un
"tono" occidental.
Los primeros tiempos
de este partido fueron complicados debido a que, en 1913 fue disuelto por Yuan
Shikai quien – como presidente de la nueva república - aspiraba a imponer un sistema inconstitucional
y tiránico. Como Yuan Shikai no tenía la mayoría en la Asamblea Nacional,
decidió alzarse con el poder y suprimir todas las asambleas locales que él
mismo había creado, convirtiéndose así en un emperador de hecho.
Bajo su gobierno, estallaron
varios focos revolucionarios, encabezados por jóvenes de gran liderazgo, que
aspiraban a deponerlo. En esas circunstancias, se conformaron otros partidos políticos
que se unificaron e intentaron recuperar el poder. Sin embargo, este intento
falló, debido a que no tenían control sobre todo el territorio chino. En 1916,
falleció Yuan Shikai y asumió la presidencia Sun Yat-sen, quien tenía grandes
expectativas para unificar el país. Sin embargo, esto no fue posible debido a
que China quedó fragmentada en diversas regiones que fueron conquistadas por
los "señores de la guerra"; jefes locales que poseían mucho poder y
que, con sus ejércitos, controlaban las áreas rurales.
Esta situación derivó
en que, a fin de fortalecer su posición, el Kuomintang decidió buscar apoyo
fuera de China. La ayuda llegó de la recién creada URSS y del Komintern, lo cual impulsó – de manera
paralela - el desarrollo del Partido Comunista chino (PCCh), liderado por Mao
Tse Tung. Más adelante, ambos partidos conformarían el denominado Primer Frente Unido, cuyo objetivo fundamental
fue liberar a China de la autocracia de los señores de la guerra.
Al fallecer Sun
Yat-sen le sucedió Chang Kai-Sheck, quien restableció un modelo profundamente
autoritario e inició la persecución del PCCh. Cuando sus fuerzas tomaron
Beijing (establecida como la capital de China), adquirió gran reconocimiento a
nivel internacional. Años más tarde, el Segundo Frente Unido entre el Kuomitang
y el PCCh, hizo frente al expansionismo del imperio Japonés. En 1937, China y
Japón entraron en guerra. En 1941, Japón atacó a los EEUU y entró en la Segunda
Guerra Mundial.
Hacia 1947, el PCCh se
había fortalecido notablemente, no solo desde el punto de vista ideológico,
sino también a nivel logístico y armamentístico. Pero lo más importante, había
crecido significativamente en su base de apoyo social. Esto hizo que se
sintiera en condiciones de enfrentarse al poder constituido, lo cual dio inicio
a la guerra civil. A pesar de lo podría suponerse, las tropas del gobierno
fueron derrotadas y Chang Kai Shek abandonó el territorio para refugiarse en la
isla de Taiwán, donde estableció un gobierno autoritario que, con el apoyo de
los Estados Unidos, le permitió crear un nuevo Estado al estilo occidental, que
contribuyó durante décadas a controlar el expansionismo comunista en la región.
Así se crearon las dos Chinas: la
Republica de China en Taiwán de corte nacionalista y la República Popular de
China de tinte comunista.
Desde entonces, la
República Popular ha reclamado la anexión del territorio insular, el cual se ha
negado rotundamente a esta incorporación, identificándose como un Estado
soberano que no tiene ni tendrá, relación alguna con dicha república.
Para concluir, es
imprescindible remarcar la importancia que tuvo la formación del partido
Kuomitang. En primer término, porque ejerció un papel clave en el proceso revolucionario
inicial; en segundo lugar, porque puso fin a la era imperial que, sus políticas
arcaicas y tradicionalistas, estaba conduciendo a China a la ruina. De hecho, fue
el Kuomintang el que logró por primera vez, crear una identificación partidaria
nacional, cohesionar a la población bajo una misma clave ideológica y encaminarla
hacia la unificación, en base a un sistema constitucional y de valores
compartidos. La idea principal de su líder Sun Yat-sen había consistido en eso,
un régimen de partido único centralizado en donde se aplicaran los “tres principios del pueblo”: el
nacionalismo, la democracia y el sustento de la población; tres principios que
constituirían la piedra angular para hacer de China una nación libre, próspera
y poderosa.
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