lunes, 23 de mayo de 2016

El "militarismo social" en Bolivia, a 80 años del golpe de Toro Ruilova

 José David Toro Ruilova militar y político boliviano; fue el 35º presidente de la república de Bolivia, gracias al golpe de estado que encabezó, junto con su compañero y amigo Germán Busch Becerra el 22 de mayo de 1936 contra el presidente constitucional, José Luis Tejada Sorzano. Su presidencia se mantuvo hasta el 13 de julio de 1937, fecha en que fue reemplazado por su compañero de armas, Germán Busch. Había sido Ministro de Fomento y Comunicaciones del Presidente Hernando Siles Reyes.
    Presidió una junta cívico-militar que estaba apoyada por los sectores jóvenes del ejército que demandaban cambios en el país. El reto fue asumido por el presidente que realizó cambios sociales importantes; y, bajo su mandato, se empezó a estructurar una nueva constitución, que debía contener los principios del Constitucionalismo Social para el país. Creó el Ministerio de Trabajo y de Previsión Social; estableció la jornada de ocho horas, exigiendo la obligatoriedad de sindicarse. Fundó el Banco Minero para apoyar, mediante créditos, al principal sector productivo. Realizó una campaña por mejorar el prestigio de Bolivia en el exterior.
    Dentro de su gestión económica intentó hacer frente a la crisis que había dejado la campaña bélica contra Paraguay, agravada por la situación económica mundial en plena recesión. Creó el Ministerio de Minas y Petróleo; además, canceló todos los bienes y concesiones sobre los recursos naturales que se habían hecho a la empresa petrolífera estadounidense, Standard Oil. Esta recuperación se produjo mediante la Resolución Suprema que dictó el 13 de marzo de 1937. Fundó Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, que se erigió en el nuevo organismo para la exploración y explotación de los hidrocarburos, dentro de todo el territorio nacional y, de esta forma, se inició la explotación petrolífera a cargo del estado. La Standard Oil había abastecido, en plena guerra, al ejército enemigo simulando neutralidad. Esta fue la primera nacionalización de los recursos naturales de Bolivia que luego se volviera a repetir en diversas ocasiones.
    El gobierno de Toro podía definirse como «militarismo social» o «socialismo militar» que intentaba, mediante una actividad corporativista, sustituir a la democracia. No tuvo apoyo del pueblo y los escasos éxitos inmediatos, en el campo económico, lo llevaron a ser sustituido un año después de acceder al poder. Las corrientes reformistas y revolucionarias de izquierda de la época, cuya tendencia era la búsqueda de la justicia social y, simultáneamente, los movimientos de extrema derecha en Europa, sirvieron de contexto a los cambios emprendidos por David Toro.

Wladimir Wolters Albarracin
Colaborador de la Red Federal de Historia de las Relaciones Internacionales
Departamento de Historia


Instituto de Relaciones Internacionales – U.N.L.P. - 2016

lunes, 16 de mayo de 2016

El acuerdo que dividió a medio oriente, un siglo después.



Casi todos los días aparece en los medios de comunicación alguna noticia relacionada con la problemática situación del Medio Oriente. Esto hace que muchos se pregunten: ¿Cuál es la razón de tantos conflictos? Indudablemente, es muy difícil responder a este interrogante, ya que la región se encuentra atravesada por múltiples dificultades. Sin embargo, existe la posibilidad de analizar alguna de sus aristas y a partir de allí, comenzar nuestro abordaje.
Vastas áreas del territorio que conocemos como Medio Oriente, estuvieron ocupadas durante más de 400 años por el Imperio Otomano, quien lo dividió en administraciones locales. Sin embargo, laPrimera Guerra Mundial trajo consigo la caída de los “Grandes Imperios” y, tanto franceses como ingleses -que ya habían ocupado otras zonas cercanas durante las últimas décadas del siglo XIX- aprovecharon la oportunidad para obtener el control de la región.
Por medio de un tratado secreto conocido como “Sykes-Picot” por el nombre de los funcionarios que lo negociaron (Mark Sykes François Georges-Picot), Francia y Gran Bretaña se dividieron sus áreas de influencia con el objetivo de ocupar espacios geoestratégicos y puertos, fundamentales para el comercio mundial.
Después de casi un año de negociaciones, el tratado fue firmado el 16 de mayo de 1916Sykes-picot y divulgado un año después. Las potencias trazaron líneas fronterizas arbitrarias que, más adelante, condujeron a la creación de los países que hoy conocemos. Gran Bretaña se quedó con el control de las áreas desde la línea de la costa del Mar Mediterráneo hasta el Río Jordania, incluyendo Jordania, el sur de Irak y los puertos de Haifa y Acre. Por su parte, a los franceses les tocó el sureste de Turquía, el norte de Irak, Siria y Líbano.
Estas divisiones se asentaron y fortalecieron a través del sistema de mandatos establecido por el artículo 22 del Tratado de Versalles. De esta manera, se le entregaba oficialmente la administración de estos territorios a las potencias vencedoras. La zona de Palestina fue otorgada a los ingleses, aunque el acuerdo Sykes-Picot no lo había establecido. El gobierno británico eligió como representante a Herbet Samuel -quien apoyaba el proyecto sionista- quien ya en 1914, había sugerido que se hiciera en esa zona un hogar para los judíos. En la década de los ’40 tanto franceses como ingleses abandonaron la región. Sykes-Picot tuvo profundas consecuencias sobre Medio Oriente, pues estableció límites políticos que nada tenían que ver con la identidad de los pueblos que lo habitaban.
En la actualidad, Siria vive una guerra civil despiadada que ha sacudido a la región y ha lanzado a millones de refugiados hacia Europa. La organización ISIS ha tomado parte del territorio de Siria y de Irak, donde ha proclamado la creación del Estado Islámico. El caos aún gobierna a Irak, el conflicto entre israelíes y palestinos se mantiene vigente y los intereses de las grandes potencias complican aún más este escenario.
Muchos especialistas estiman que los acuerdos de Sykes-Picot no sólo no contribuyeron a resolver los conflictos de esa coyuntura histórica sino que además, fueron el germen de una serie de trastornos políticos, sociales y culturales que se proyectaron en el tiempo y en el espacio. Según ISIS, estos acuerdos están muertos. Una afirmación retórica que intenta ocultar un hecho inobjetable: estos acuerdos fueron el basamento sobre el que se articularon las relaciones de los pueblos del Medio Oriente. Una relación que, a la luz de los aconteci-mientos, es compleja, desequilibrada y profundamente conflictiva. En otras palabras, el legado de Sykes-Picot sigue vivo y, de alguna manera, continua perturbando la convivencia colectiva en una región que fue la cuna de grandes civilizaciones; una región que hoy es una de las más pobladas y más diversas del planeta.
Jessica Eliana Petrino
Departamento de Historia
Instituto de Relaciones Internacionales – U.N.L.P. – 2016

martes, 10 de mayo de 2016

Un día sin inmigrantes

(Flyer promocional del film de Sergio Arau)

Por: Natalia Rija

El 1º de mayo de 2006 es recordado por los ciudadanos estadounidenses como el día del “gran paro americano” o también  el día sin mexicanos”, en alusión a la trama de la película estrenada en 2004, por el director Sergio Arau, que especulaba sobre lo que sucedería en la economía norteamericana si un día, los mexicanos radicados en ese país, decidieran quedarse en casa.-
Ese día, una coalición de organizaciones sindicales, religiosas y comunitarias, realizaron un paro nacional de los trabajadores inmigrantes indocumentados en EE.UU. El objetivo era legalizar a los doce millones de personas que viven en ese país, y las marchas  se  acompañaron  con  un  boicot  para  no  comprar  en  las  grandes  cadenas -  Mac Donal’s, Burguer King, Wall Mart, etc. - sindicadas como grandes explotadoras del trabajo ilegal y mal pagado.
El antecedente de este paro, fue la gran movilización del 10 de Marzo de 2006 en el centro de la ciudad de Chicago. Ese día, se congregaron allí, unas 100 mil personas, en una manifestación espontánea de los latinos de esa ciudad contra de la  “Ley Sensenbrenner” - aprobada el 16 de diciembre de 2005 por la asamblea legislativa, que criminalizaba a los trabajadores indocumentados y militarizaba la frontera con México - . Más adelante, se realizaron otras convocatorias en distintos estados, tal como la del 9 y 10 de abril en más de 120 ciudades. En este caso, participaron más de dos millones de personas al grito de “no somos criminales, somos trabajadores
Estados Unidos es uno de los países en los que la conmemoración del día del trabajador no es muy importante. Sin embargo, ese 1º de mayo, fue muy especial para los americanos, porque pudo demostrarse el gran aporte que estos millones de hombres latinos dan a la economía norteamericana.-
Si bien con esta marcha se logró la derogación de esa ley xenófoba, hoy, a diez años de ese hito histórico, no se ha podido obtener una profunda y verdadera reforma migratoria en ese país.-
El 1° de mayo se celebra a nivel mundial, el día del trabajador. Como decía Rosa Luxemburgo: «mientras todas las reivindicaciones no hayan sido alcanzadas, el 1 de Mayo continuará siendo la expresión anual de estas reivindicaciones. Y, cuando amanezcan días mejores, cuando la clase obrera del mundo haya ganado su libertad, entonces la humanidad también celebrará, probablemente, el 1 de Mayo en honor a las luchas amargas y los muchos sufrimientos del pasado».


                                                                                                         
Natalia Rija
Colaboradora de la Red Federal de Historia de las Relaciones Internacionales
Departamento de Historia
Instituto de Relaciones Internacionales – U.N.L.P. - 2016

martes, 3 de mayo de 2016

El III Reich en la búsqueda de su espacio vital


 Marzo de 1936 - A ocho décadas de la militarización de la Renania

Por: Jessica Eliana Petrino


Aunque se suponía que el Tratado de Versalles de 1919 que puso fin a la Primera Guerra Mundial iba a ser el corolario de las catástrofes la historia demostró que, la estrategia empleada por los Aliados contra Alemania, no contribuyó a resolver los problemas. Por el contrario, muchos autores sostienen que una de las causas lejanas de la Segunda Guerra Mundial, fue la mala resolución de la Primera. Por otra parte - y en este mismo sentido - el ascenso de los totalitarismos durante los años 20, también contribuyó significativamente a caldear el periodo de Entre-guerras.

En 1925, las potencias europeas - en un intento de mantener el statu quo del continente luego del conflicto en el Ruhr - firmaron el Tratado de Locarno. En él se establecían garantías de seguridad para las fronteras occidentales de Francia y Bélgica con Alemania y todas las potencias se comprometían a someter toda diferencia futura al arbitraje de la Sociedad de las Naciones (SDN)[1]. En esta reunión, Alemania recibió - por primera vez desde Versalles - un trato igualitario del resto de las potencias y, dos años más tarde, ingresó en la SDN.
En 1933, Adolf Hitler asumió como Canciller de Alemania y un año después acaparó todos los cargos políticos, convirtiéndose en jefe absoluto de gobierno. Desde entonces - y en consonancia con uno de los principios centrales de la doctrina nacionalsocialista, el Lebensraum (espacio vital) - el Führer diagramó diversas estrategias para expandir sus fronteras hacia el Este. En este contexto, en marzo 1936, ordenó la militarización de la Renania, una región estratégica al oeste del país; una medida que violaba los acuerdos anteriores que se habían firmado para tranquilizar a Francia y a Bélgica.


El 7 de marzo del 36, tres regimientos de infantería de la SS ocuparon las pocas instalaciones militares de la zona y la población local, que tenía un profundo resentimiento hacia los franceses, puso escasa resistencia al paso de las tropas. Esto quedó demostrado cuando se implementó un plebiscito - que pretendía brindar algo de legitimidad al accionar alemán - para aprobar la remilitarización. El resultado de la consulta popular fue de 99% de los votos a favor. Este acto, que echaba por tierra lo acordado en Locarno, se denunció a la SDN, que no dio respuesta alguna.
A partir de esta primera prueba, Hitler avanzó sobre Austria y en 1937, invadió los Sudetes. El 3 de septiembre de 1939, la invasión a Polonia desencadenó la Segunda Guerra Mundial.





[1] Organismo internacional creado a partir del Tratado de Versalles en 1919.


Jessica Eliana Petrino
Licenciada en Comunicación Social, Técnica Universitaria en Periodismo y Locutora Nacional por la Universidad del Norteo Santo Tomás de Aquino (UNSTA). Se desempeñó como colaboradora de las cátedras Relaciones Internacionales e Introducción a las Relaciones Internacionales de las carreras Licenciatura en Comunicación Social y Licenciatura en Ciencia Política de UNSTA. Actualmente es Colaboradora en el Proyecto “Historia y Relaciones Internacionales. El Siglo XX”. Departamento de Historia. IRI. Universidad Nacional de La Plata. Directora general de radio Buena Onda (www.buenaondatuc.com.ar).