sábado, 17 de febrero de 2018

A 10 años. 17 de febrero de 2008. Independencia de Kosovo

Por Liz Guyot



Hace 10 años, y con el apoyo de 112 países miembros de Naciones Unidas, Kosovo, una provincia de la conocida República de Serbia, declaró unilateralmente su independencia, el 17 de febrero de 2008.
Esta declaración fue fuente de muchos malestares y polémicas a nivel internacional ya que, si bien fue apoyada por países como E.E.U.U., Serbia, Rusia, China, España y distintos países de América Latina, Asia y África no la aceptaban. De hecho, para Serbia se trató de una maniobra para quitarle territorio y población y de ese modo, debilitarla sustancialmente.
Esta separación se produjo porque, dentro del territorio kosovar, se había instalado una importante población albanesa que no aceptaba el régimen serbio. Después de unos años de debates y confrontaciones, surgieron grupos guerrilleros (autodenominados separatistas) que se enfrentaron con las fuerzas de seguridad serbias y yugoslavas. Paulatinamente, la violencia fue deteriorando la situación, lo que impulsó a otros actores a intervenir en la región.
En 1999, Serbia fue bombardeada por las fuerzas de la OTAN, las cuales castigaron duramente a su capital, Belgrado. Entre ese año y 2008, se celebraron distintas negociaciones que no dieron resultados. Finalmente, el Parlamento de Kosovo, en sesión especial, tomó la decisión de declarar su independencia.
En la actualidad, este Estado no cuenta con un reconocimiento absoluto internacional. Sin embargo, es considerado el séptimo país que surge del desmembramiento de la antigua Yugoslavia. En este momento, Kosovo se encuentra sumida en problemas de corrupción y tiene una serie de conflictos limítrofes que no han podido ser solucionados.

domingo, 4 de febrero de 2018

A 15 años. 4 de febrero de 2003. Entra en vigencia la unión estatal de Serbia y Montenegro en reemplazo de la República Federal de Yugoslavia

Por Maria Emilia Hassan



Yugoslavia fue un Estado creado después de la Primera Guerra Mundial; un Estado que albergaba a un conjunto de pueblos eslavos que, sin embargo, presentaban importantes diferencias a nivel cultural, religioso y económico. Después de la II° Guerra Mundial, Yugoslavia fue liderada por el mariscal Josep Broz Tito, quien logró  implantar un régimen federal socialista en el que convivían – de manera armónica - nada menos que seis repúblicas: Serbia, Montenegro, Eslovenia, Croacia, Bosnia- Herzegovina y Macedonia.
Imagen relacionada
En los años 90, la gran Eslavia del Sur, comenzó a consumirse a partir de las guerras internas, provocadas por una serie de complejos conflictos. La primera república que proclamó su independencia fue Eslovenia; sin embargo, cuando Croacia la siguió en 1991, se desató la guerra. El enfrentamiento entre los croatas y el Ejército Federal Yugoslavo, apoyado por las guerrillas serbias, se complicó aún más cuando Bosnia-Herzegovina reclamó, a su vez, la independencia. Durante el desarrollo de las acciones armadas, distintas potencias y organismos de la sociedad internacional intervinieron en el conflicto, ya sea como observadores, como actores directamente involucrados o como negociadores. Los combates se prolongaron hasta 1995 y le costaron la vida a millones de personas; de hecho, las consecuencias de estas contiendas fueron consideradas por la ONU, un desastre humanitario.
Finalmente, en 1995 – y por la mediación del gobierno de Bill Clinton – se firmaron los acuerdos de Paz de Dayton. El resultado fue el surgimiento de 4 nuevos Estados: Eslovenia, Macedonia, Bosnia-Herzegovina y Croacia.
Más adelante, el 4 de febrero de 2003, la República Federal de Yugoslavia se convirtió en la Unión Estatal de Serbia y Montenegro; dos repúblicas que, en principio, quedaron unidas debido a que no pudieron definir claramente los límites fronterizos entre ambas. Mucho más adelante, en 2006, esta cuestión fue resuelta y Serbia se separó de Montenegro. Dos años después, y a raíz de un conflicto en la provincia serbia de Kosovo, este territorio también se escindió y se convirtió en un Estado autónomo.
Así, lo que una vez fue un Estado multiétnico, creado para contener a los eslavos del sur, desapareció, dando origen a 8 países independientes que se incorporaron a la ONU como Estados soberanos.