lunes, 7 de mayo de 2018

A 10 años. 7 de mayo de 2008. Dimitri Medvedev asume la presidencia de la Federación Rusa

Por Maria Sol Aldonate



              Tras dos mandatos presidenciales continuos, la Constitución rusa le impedía a Vladimir Putin continuar al frente del Kremlin. Un interregno de cuatro años debía ser encabezado por otro personaje político para que el entonces mandatario pudiera retomar las riendas de la federación. ¿El elegido para sucederlo? Dimitri Medvedev.
                  El candidato por el partido Rusia Unida puso las cartas sobre la mesa y defendió lo que se convertiría en la única directriz que guiaría su gobierno: la fidelidad a su antecesor. "Podemos preservar la senda marcada por Vladimir Putin y tenemos todas las oportunidades para hacerlo", había afirmado Medvedev apenas dos horas tras el cierre de las urnas. No cabían dudas de que el poder real del Estado seguiría en manos de Putin, quien se convertiría en su primer ministro. Con más del 70%, de los votos, Medvedev se convirtió en el tercer mandatario de la Federación Rusa y asumió la presidencia el 5 de julio de 2008, en medio de denuncias por irregularidades en los comicios y de masivas protestas por parte de la oposición. Mientras dejaba momentáneamente el Kremlin, Putin se convertía en la cabeza de Rusia Unida, luego de ser elegido durante el congreso celebrado en abril de ese año.
                Medvedev llegó a Moscú cuando fue nombrado jefe adjunto del Gabinete de Ministros de la Presidencia, al mismo tiempo que Putin ocupaba su cargo como primer ministro, en agosto de 1999. Los medios de comunicación ya habían puesto los ojos en esa dupla a la que llamaron “equipo de Peter” (diminutivo de San Petersburgo). Putin deposita su segundo voto de confianza en Medvedev cuando lo coloca al frente de su campaña electoral para las elecciones presidenciales extraordinarias convocadas por la dimisión de Boris Yeltsin. Tras el triunfo, asume en octubre de 2003 la jefatura del Gabinete de la Presidencia y, más adelante, del directorio de Gazprom conocido como el “gigante ruso del gas”, empresa líder mundial en la extracción de gas natural y la mayor compañía del país. Dos años después, el reelecto mandatario lo designa viceprimer ministro primero del Gobierno ruso y Medvedev resuena como uno de los posibles candidatos en suceder a Putin en el Kremlin. junto el entonces ministro de Defensa Serguei Ivanov, quien también fue ascendido a viceprimer ministro. Algunos sondeos señalaban a Medvedev como el gran favorito a suceder a Putin, mientras que otros ubicaban a Ivanov con mayor ventaja en las urnas.
            A fines de 2007, el entonces presidente había declarado: “en lo que concierne a la candidatura de Dimitri Medvedev, puedo decir que lo conozco personalmente desde hace más de diecisiete años y apoyo su candidatura sin ninguna reserva”.
                 En el primer discurso de Medvedev ante la Asamblea Federal, manifestó su intención de reformar la Constitución rusa para extender la duración del mandato presidencial y parlamentario de cuatro a seis años y de cuatro a cinco años respectivamente. Su gobierno estuvo marcado por distintos problemas: el conflicto en Osetia del Sur, que finalizó con el reconocimiento de su independencia y de la república de Abjasia como estados soberanos; la crisis financiera de 2008 que, según un informe del Banco Mundial, fue bastante más leve de lo previsto; el foro entre Rusia y la OTAN, a fines de 2010, en el que las partes concretaron la cooperación en la creación de un sistema de defensa antimisiles conjunto; la reforma militar y la nueva doctrina rusa sobre las armas nucleares; y el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas firmado entre la Casa Blanca y el Kremlin, que reemplazó al START I, expirado en diciembre de 2009.

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