jueves, 22 de junio de 2017

La revolución socialista en Chile 1932

Por: Augusto Gabriel Arnone

Para poder versar acerca de lo que aconteció en la República de Chile el 04 de Junio de 1932 es necesario primero poder entender el contexto internacional histórico que acaecía en dicha época y como fueron éstos factores determinantes a la hora de la instauración de un período de una república socialista a través de la estrategia de un golpe de estado que, sin embargo, no iba a prosperar longevamente.

Nos encontramos situados alrededor del periodo de entreguerras recién acontecida la desmesurada crisis de 1929 a nivel internacional, la “gran depresión”. Para 1931 se cortó el flujo de crédito internacional lo cual conllevo a la bancarrota del estado Chileno quien fue catalogado por la Sociedad de Naciones como el país mas afectado por dicha crisis. La exportación del salitre cayó un 95%, la producción industrial un 25% y las exportaciones agrícolas un 86% sumado a la gran cantidad de desempleo en las minas lo cual hizo que el país no pudiera hacer frente a su deuda externa. La respuesta (gran elevación del gasto público) del gobierno de turno de Carlos Ibáñez del Campo, fue inocua lo cual lo sumió en una falta de apoyo popular demasiado grande que le costó su estabilidad en el régimen y termino optando por renunciar.

Para 1931 logra asumir el cargo de presidente gracias al vicepresidente previo Pedro Letelier  Juan Esteban Montero Rodríguez con el cual el descontento descontrolado generado por la coyuntura nacional hizo que surgieran sectores de la sociedad que perseguían un solo fin: derrocar a Montero quien no estaba dispuesto a convocar elecciones o siquiera poder enfocar políticas (prácticas y loables) para resolver las problemáticas que acuciaban a la población chilena. En Chile la cuestión de golpes de estado no había pasado por algo meramente excepcional, sin embargo el presidente había desestimado la fuerza que estos grupos pudieran llegar a tener por el frecuente uso de estos conceptos dentro de estas coyunturas. Logró sofocar con éxito ciertas sublevaciones pero había quedado de claro manifiesto que su gobierno ya no contaba con suficiente apoyo, ni político-civil ni militar.

Mientras Montero se asentaba en el Palacio de la Moneda (sede del presidente en la Republica de Chile) el 4 de junio de 1932 se conformaba un movimiento cívico militar donde convergían jóvenes socialistas liderados por el abogado masón Eugenio Matte Hurtado, militares adeptos al coronel Marmaduke Grove y partidarios del ex presidente Carlos Ibáñez del Campo, aglutinados en torno de la figura de Carlos Dávila, quienes se atrincheraron en la base de la Fuerza Área de El Bosque y exigieron con éxito la renuncia del presidente Juan Esteban Montero.  Al caer la noche, una Junta de Gobierno formada por el general Arturo Puga, Matte y Dávila ingresó a La Moneda y proclamó la "República Socialista de Chile". Por su parte el coronel Marmaduke Grove asumió el estratégico cargo de Ministro de Defensa. Pese a que es catalogado como un golpe de Estado, podríamos afirmar con convicción que fue uno esperado, con gran convicción y planeado con suma cautela ya que no se incurrieron en pérdidas humanas al abandonar el palacio, el presidente, pacíficamente.

Su principal objetivo aludía a lograr una re-estructuración sociales para garantizar la provisión de alimentos a cada persona que trabajara y cumpliera su labor con la sociedad debido al contexto de depresión y de grandes fracasos políticos.  Algo a lo que el Partido comunista de Chile se opuso únicamente buscando formar milicias de soviet para hacer frente a la junta de Gobierno a la que acusaba que solo engañaba a las masas. En otros objetivos de esta Junta de Gobierno encontramos: disolución del Congreso, monopolio estatal del comercio exterior, expropiación de territorios del Estado, ampliación del socialismo del crédito,  impuestos a grande fortunas, reorganización de la justicia y de las fuerzas armadas (selección y reducción), reconocimiento de la URSS, organizar una Asamblea Constituyente que dictara una nueva carta fundamental, creación del Ministerio de Salud Pública Nacional, etc.

La proclamación de la "República Socialista de Chile" había logrado dividir a la opinión pública de la época. Comunistas, miembros de federaciones obreras, estudiantes de la Universidad Católica rechazaron el movimiento revolucionario por considerarlo militarista. Sin embargo, sectores demócratas, socialistas y federaciones de empleados le manifestaron su apoyo. Ya había cobrado gran importancia e ímpetu para este momento las grandes ideas de la internacional socialista las cuales imbuían a los actores del régimen chileno. Dicha división se introdujo también en el interior de esta nueva Junta de Gobierno, donde los sectores ibañistas liderados por Carlos Dávila rechazaron la radicalización del movimiento socialista que impulsaban Grove y Matte, procediendo a expulsarlos del gobierno y exiliarlos a Isla de Pascua el 16 de junio de 1932.

Con el amparo del Ejército, Carlos Dávila, se autoproclamó Presidente Provisional de la "República Socialista de Chile", declarando el Estado de sitio introdujo la censura a la prensa (prohibiendo la difusión del comunismo) a la vez que rumoreaba que preparaba el país para instalar en el gobierno a Carlos Ibáñez del Campo en una dictadura de tipo nacionalsocialista, cosa que nunca ocurrió; y con fuertes medidas económicas estatistas buscó revertir la crisis económica y social imperante.  Sin embargo tras 100 días concurridos su gobierno ya corría grave peligro, un intento de sublevación lo había hecho recapacitar acerca de su posible renuncia donde finalmente el 13 de Septiembre de 1932 decidió dejar a Bartolomé Blanche (su ministro del Interior) como Presidente Provisional quien debió afrontar dos conmociones cívico-militar que exigían con gran apremio el retorno a la normalidad institucional. Así, mas adelante con la elección de Arturo Alessandri se daba fin al proyecto utópico efímero y acuciante de la republica socialista.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario